
El futuro ya no es lo que solía ser. La frase en cuestión se atribuye al famoso jugador de béisbol Yogi Berra, y también al escritor inglés de ciencia ficción Arthur C. Clark. La necesaria transformación digital de las empresas ya llevaba tiempo demandando perfiles profesionales cada vez más especializados. Pero no todas tenían hechos sus deberes respecto a esa digitalización dentro de la organización. La situación de dinámicas digitales creada durante el confinamiento y el crecimiento del teletrabajo han puesto en evidencia (aún más) que muchas organizaciones tienen verdaderas carencias al respecto.
Existe una urgencia para formarse profesionalmente y poder ser competitivo en este entorno cada vez más digital. El problema es que, buscando una transformación, lo que a veces se hace es sólo una formación. Y el desaprendizaje de lo que solíamos realizar cada día es lo más difícil. Porque exige voluntad individual, y una constante visión holística de la realidad. Nadie nos dice qué desaprender, cuándo ni cómo.
Con toda esta “nueva normalidad”, no hay duda que están en auge aquellos profesionales que, además de contar con habilidades digitales, sean flexibles y capaces de adaptar su conocimiento a ese futuro en constante cambio. Y el mercado laboral va a necesitarlos.
Las empresas que antes del confinamiento se resistían a una transformación tecnológica, han cambiado de opinión después de pocos meses. La pandemia ha acelerado extraordinariamente la digitalización en muchos sectores.
Nuevas realidades, nuevos escenarios
La transformación digital en la empresa es fundamental para mantener la continuidad del negocio, y la ciberseguridad es un elemento que ahora se ha vuelto más importante que nunca. No ser digital es suicidarse a nivel empresarial y profesional.
El aprendizaje y el desaprendizaje es la nueva normalidad de la formación y del mercado laboral. Así lo recoge el Observatorio de Recursos Humanos en este artículo, donde resume algunas de las reflexiones principales que se dieron en la jornada anual de la Fundación ERGON el pasado 9 de julio de 2020.
La Covid19 nos ha enseñado que la actitud y la agilidad pueden ayudarnos a llevar a cabo cosas increíbles. También ha hecho emerger a la empresa social, que va asociada a un liderazgo más humano, ético y generador de impactos múltiples a largo plazo
Existe una necesidad de imaginar nuevos futuros y nuevos escenarios, y éstos estarán basados en la presencia de nuevas realidades y de nuevas reglas. Es un círculo virtuoso que nos va a permitir sentirnos cómodos en un estado beta permanente.
La curiosidad es un compañero de viaje necesario. Como se dijo durante esta jornada de la Fundación Ergon, “para formarse hay que estar sentado, para aprender hay que ponerse de pie”.
Y caminar.
Fuentes consultadas
